Por Rosa Campusano
Con tan solo 19 años, el ingeniero eléctrico Sebastián Romero se convirtió, el sábado 28 de septiembre, en el egresado más joven en la historia del Instituto Especializado de Estudios Superiores Loyola (IEESL); además de ser reconocido por su dedicación y disciplina con el mayor índice académico de la actual promoción, siendo uno de los graduandos merecedores del lauro summa cum laude.
Sebastián, un apasionado de los videojuegos, ingresó al IEESL con 15 años, proveniente del nivel secundario del Loyola donde obtuvo el título de Técnico en Instalaciones Eléctricas, conocimiento que le dio más seguridad para elegir esa carrera con la que soñaba desde niño, para de esta manera “contribuir al desarrollo del sistema eléctrico del país, ya que considero que este sector representa un cuello de botella significativo para el crecimiento de la nación”.
Además de los conocimientos teóricos que a partir de ahora Sebastián pondrá en práctica en el mundo laboral, algo que aprendió en el IEESL y que, según dijo, le acompañará siempre es la “importancia de la disciplina y la perseverancia”.
“He aprendido muchas cosas en este recorrido, pero de todas ellas, lo que más claro me quedó es que el éxito no se trata solo de talento o inteligencia, sino del compromiso, la responsabilidad y la capacidad de superar los obstáculos que inevitablemente se presentan. Esta mentalidad me ha ayudado a afrontar desafíos tanto dentro como fuera del ámbito académico, y sé que será muy importante en cada paso que dé a lo largo de mi vida profesional y personal”, indicó el ingeniero.
Summa cum laude, el máximo galardón de su promoción, también significa un nuevo reto para Sebastián ya que esto le motiva a seguir manteniendo altos estándares de calidad en todo lo que haga, pues para él, la excelencia académica es también una responsabilidad para continuar mejorando.
“Siempre he estado enfocado en el proceso de aprender, crecer y mejorar, y por eso me siento agradecido. Para mí es un gran orgullo que mi esfuerzo y dedicación durante toda mi trayectoria académica hayan sido valorados de esta manera. Lo veo como una señal de que estoy en el camino correcto, y eso me motiva a seguir avanzando en mi desarrollo personal y profesional”, añadió el joven graduado.
En cinco años, Sebastián tendrá 26, donde algunos estarán concluyendo sus estudios universitarios, pero él planea haber superado el nivel tres de los estudios, con una maestría en el extranjero y continuar expandiendo sus conocimientos. “Tengo mucho interés en las energías renovables, pues creo que son necesarias para enfrentar los desafíos energéticos del país, y también me interesa explorar el mundo del software, ya que veo soluciones tecnológicas muy prometedoras con la integración entre la ingeniería eléctrica y el desarrollo de software”.
Otra cosa que Sebastián Romero tiene claro es que “el mundo avanza a un ritmo muy acelerado y que el panorama puede cambiar rápidamente. Las cosas que son relevantes hoy podrían no serlo en el mañana. Aunque tengo claro hacia dónde quiero dirigir mi carrera, creo que es difícil predecir con exactitud lo que sucederá en los próximos cinco años. Lo importante para mí es seguir aprendiendo, adaptándome a los cambios y estando abierto a las nuevas oportunidades que se presenten”.
Sebastián recomienda a los nuevos estudiantes del IEESL “que siempre mantengan la curiosidad y el deseo de aprender y se rodeen de personas que les aporten y les impulsen a ser mejores”.
Al concluir esta entrevista, Romero destaca que, “aunque los logros académicos son importantes, lo que más valoro es el crecimiento personal que he experimentado a lo largo del camino”, pues para él, "no se trata de ser el mejor, se trata de ser mejor de lo que eras ayer".